El Capital Humano se define como una forma de valorar a la mano de obra con la que cuenta una empresa, organización o país, siendo así el recurso más básico e importante para generar crecimiento económico acompañado de incrementos de productividad y eficiencia.
Por tanto, es de vital importancia la destreza, experiencia y eficiencia de los trabajadores en producir bienes y servicios para el mercado.
Cuando el trabajador tiene un desbalance en alguna o en las diferentes áreas de su desarrollo humano, se puede provocar problemas físicos, mentales o emocionales. Esto puede generarar una perdida de efectividad en sus funciones (por inasistencias, impuntualidad, desconcentración, relaciones interpersonales negativas, mal servicio al cliente, desmotivación, etc), generando con esto una baja productividad.
La salud y la armonía humana están basadas en la interdependencia, entre el cuerpo físico, la mente, las emociones y el espíritu del individuo, en relación y equilibrio con su medio ambiente (trabajo, familia, sociedad y entorno natural).